Ayer
en Sol se declaró el toque de queda electoral y se suspendieron
temporalmente las libertades fundamentales.
El dispositivo
preventivo pareciera querer evitar un ataque terrorista, pero en
realidad las decenas de furgones policiales y centenares de policías
armados se empeñaban en impedir el derecho de reunión, ocupando
literalmente la plaza.
Un grupo de personas ha sido rodeada e identificada, poco antes de las doce,
mientras otras personas desde fuera del cordón policial
trataban de apoyar.
Así ha sido el grito mudo este año,
formando una extraña imagen surrealista en la que cada persona que levantaba sus manos era custodiada al menos por un policía y medio
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